"Su forma y
apariencia cambiarán conforme
lo hagan su ambiente y los requerimientos
a los que deba responder"
D. Miller
lo hagan su ambiente y los requerimientos
a los que deba responder"
D. Miller
La reestructuración se caracteriza además por reconocer que la
organización del trabajo no debe estar determinada necesariamente por la
función sino por procesos que atraviesan los límites entre funciones, así como
por la necesidad frecuente de rediseñar la sucesión de tareas desde cero en
lugar de modificar gradualmente lo que ya existe. Los factores de cambio pueden
ser tecnologías emergentes como Internet o bien medidas de desregulación,
privatización y liberación del mercado. Con frecuencia la administración de
estos factores en conjunto trae como consecuencia la necesidad de reestructurar
toda una parte de la organización. Sin lugar a dudas que estos profundos
cambios, representan uno de los grandes retos de los líderes del mañana, además
que reclaman la revisión de todos los planes estratégicos corporativos. El
futuro del mundo organizacional como consecuencia de los procesos de
reinvención y adaptación, se deberá enfrentar a aguas que serán más
turbulentas. Estas realidades representan grandes exigencias a los líderes, por
cuanto tendrán que planificar e implantar muchos cambios en paralelo en sus
empresas. Existirá la necesidad de rediseñar procesos, aparecerán nuevas
oportunidades y estrategias, cambiarán totalmente las estructuras y las
relaciones tanto el mundo interno organizacional, así como también en el marco
de cada país y por supuesto con el resto del globo terráqueo. Será necesario
diseñar plataformas para las nuevas tecnologías informativas, cambiarán las
responsabilidades de los gerentes, se reclamará un nuevo estilo de conducta
corporativa.
La realidad es que las organizaciones
son sistemas sociales y por lo tanto están regidas por procesos dinámicos. La
dinámica hace que el cambio sea una constante que debe de afrontar para poder
sobrevivir. Aún sus elementos más arraigados como la cultura reciben el impacto
de esta necesidad.
La organización, como acabamos de
referir, es un sistema social integrado por procesos bien estructurados, en los
que intervienen personas que trabajan en tareas diferenciadas para lograr un
objetivo en común. Se compone a su vez por subsistemas estructurales,
normativos, de objetivos, de tecnología y social humano.
Los subsistemas organizacionales son
interdependientes entre sí y un cambio en cualquiera de ellos interviene en los
demás. Es por ello que independientemente de la naturaleza del cambio que se
implante en una empresa, este debe ser planeado y ser precedido de un estudio
que muestre el impacto en todo el sistema.
Las personas que integran el subsistema
social humano comparten actitudes, creencias, motivaciones, valores, técnicas,
instrumentos y en general un comportamiento común constituyendo una cultura
organizacional.
La cultura dentro de las organizaciones
juega un papel fundamental en el desarrollo de la misma ya que esta define
límites, la identifica, facilita el compromiso y refuerza la estabilidad del
sistema social.
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